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La dimisión del fiscal general del Estado pone en entredicho a Rajoy


2014-12-19

Por Ana Lázaro Verde

Madrid, 19 dic (dpa) - La dimisión del fiscal general del Estado español, Eduardo Torres-Dulce, ha puesto en entredicho la credibilidad del gobierno de Mariano Rajoy, al que la oposición acusa de injerir en la Justicia.

La decisión, que se hizo pública el jueves, tiene lugar a las puertas de un año en el que se esperan decisiones judiciales que pueden poner en una situación delicada al Partido Popular (PP) de Rajoy, coincidiendo con importantes citas electorales en el país.

"Torres-Dulce confirma el indeseable intento de controlar políticamente la Justicia en España. Y su salida resta credibilidad a Rajoy para convencer a los españoles de que lucha por limpiar la vida pública en nuestro país", dice hoy en su editorial el diario español "El Mundo".

El gobierno de Rajoy nombró en enero de 2012 a Torres-Dulce, quien desde el primer momento advirtió de que actuaría con autonomía y libertad. "El día que tenga una presión, me iré a mi casa", dijo en febrero de 2013.

A lo largo de estos casi tres años, ha tenido desencuentros con el Ejecutivo por los casos de corrupción que se investigan en los tribunales y que salpican al partido que gobierna en España, como el caso "Bárcenas" o la trama "Gürtel", y por el desafío soberanista en la región de Cataluña (noreste).

Uno de los encontronazos más sonados se produjo en junio de 2013, cuando Torres-Dulce mandó a la cárcel al ex tesorero del PP Luis Bárcenas, acusado en una trama corrupta que apunta a una presunta financiación ilegal del partido.

El fiscal pidió prisión sin fianza para Bárcenas, una medida más dura que la que había solicitado la acusación popular. Desde entonces, el ex tesorero del PP está entre rejas y la sombra del caso, en fase de instrucción, cae sobre el PP a las puertas de un año electoral clave.

Con el trepidante ascenso en las encuestas de Podemos, la nueva formación de izquierda que irrumpió en España en las elecciones europeas de mayo, y el hartazgo de los ciudadanos por los casos de corrupción que han salido a la luz en el país, el PP ha endurecido en los últimos meses su mensaje por la transparencia.

Otro golpe judicial contra alguno de sus miembros en pleno año electoral podría ser la puntilla para el partido, que se hunde en las encuestas.

En este contexto, la dimisión de Torres-Dulce se vuelve en su contra. La prensa española destaca hoy lo que ya se había dejado entrever en varias ocasiones: Torres-Dulce no ha sido un fiscal general del Estado cómodo para el gobierno.

La oposición acusó al Ejecutivo de haber forzado su dimisión para tapar las investigaciones judiciales que afectan al PP.

El líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, calificó la renuncia del fiscal de "cese encubierto". "Es una mala noticia para la calidad de la democracia", dijo hoy el secretario general de la segunda fuerza parlamentaria.

"Rajoy viene al Congreso a contarnos sus medidas anticorrupción y lo que está empezando a poner en marcha son las medidas para tapar la corrupción y garantizarse la inmunidad", denunció también el diputado de Izquierda Unida (IU) Gaspar Llamazares.

A Torres-Dulce le sucederá en el cargo por primera vez una mujer, Consuelo Madrigal, de perfil conservador y discreto. Al frente de la Fiscalía General del Estado en un año especialmente convulso, parece previsible que su labor sea examinada con lupa.



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