Internacional - Seguridad y Justicia

Seis conclusiones sobre el intenso testimonio de Stormy Daniels en el juicio de Trump

2024-05-08

Los fiscales le preguntaron a Daniels sobre una declaración de 2018 en la cual ella...

 

NUEVA YORK — “La fiscalía llama a Stormy Daniels”.

Así comenzó el intenso y por momentos incómodo testimonio de Daniels, quien pasó casi cinco horas en un tribunal de Manhattan el martes relatando su historia de un encuentro con Donald Trump en 2006 y el posterior encubrimiento del dinero que se le pagó a cambio de su silencio que se ha convertido en la base del caso de la fiscalía.

Daniels habló con rapidez y detenimiento sobre su primer encuentro con Trump en un torneo de golf cerca de Lake Tahoe, Nevada.

Después de la pausa para el almuerzo, el abogado de Trump, Todd Blanche, solicitó la anulación del juicio, con el argumento de que las preguntas de la fiscalía habían sido diseñadas para avergonzar a Trump y predisponer al jurado en su contra.

El juez, Juan Manuel Merchan de la Corte Suprema del estado, aceptó que parte del testimonio de Daniels “habría sido mejor no decirlo”, pero negó la anulación del juicio.

El expresidente está acusado de falsificar registros empresariales para encubrir un pago de 130,000 dólares a Daniels justo antes de las elecciones de 2016. Trump, de 77 años, ha negado los cargos y dice que no tuvo relaciones sexuales con Daniels. Si es declarado culpable, podría enfrentarse a pena de prisión o libertad condicional.

Los fiscales se arriesgaron con su testigo.

Los miembros del jurado escucharon un vívido relato del encuentro en Lake Tahoe y conocieron a la mujer que había recibido el pago de dinero a cambio de su silencio. Esto podría haber representado un riesgo para los fiscales, dependiendo de si el jurado veía la historia de Daniels como lasciva o poderosa.

Daniels describió el encuentro con Trump en el evento de golf y cómo aceptó su invitación a cenar después de que su publicista le dijo: “¿Qué podría salir mal?”.

Ella recordó que Trump estaba en pijama cuando se encontró con él en su suite del hotel y ella le pidió que se cambiara de ropa. También hablaron sobre la industria pornográfica y él le preguntó sobre los derechos residuales, los sindicatos y las pruebas de detección de enfermedades de transmisión sexual.

Daniels dijo que habían hablado de la familia de Trump, incluida su hija, a quien él comparó con Daniels: “La gente también la subestima”, recordó Daniels que dijo. Hablaron de su esposa, de la cual Trump dijo que “ni siquiera dormían en la misma habitación”. El entonces candidato a la presidencia sugirió que Daniels podría aparecer en “El Aprendiz”.

Según su testimonio, más tarde, cuando salió del baño, Daniels encontró a Trump semidesnudo. El sexo fue consentido, pero hubo un “desequilibrio de poder”.

Trump recibió otra advertencia.

Merchan ya había declarado a Trump en desacato en diez ocasiones, le había impuesto una multa por 10,000 dólares y amenazado en dos ocasiones con enviarlo a prisión. El martes, Trump volvió a provocar la ira del juez después de que Merchan dijo que había estado “maldiciendo audiblemente” y “moviendo la cabeza”.

El juez les pidió en privado a los abogados de Trump que hablaran con su cliente, pues las acciones de Trump podrían intimidar a la testigo, Daniels.

“Necesitan hablar con él”, dijo el juez. “No toleraré eso”.

La razón del soborno es un punto de controversia.

Los fiscales le preguntaron a Daniels sobre una declaración de 2018 en la cual ella negó el encuentro sexual. Daniels dijo que no había querido firmarla y que no se apegaba a la verdad.

Los abogados defensores, aprovechando lo que parecieron percibir como deficiencias de Daniels como testigo, atacaron de inmediato. Susan Necheles insinuó en su interrogatorio que Daniels estaba tratando de “extorsionar” a Trump.

Daniels respondió tajante: “Falso”.

La historia de Daniels molesta a Trump.

El martes por la mañana, antes de que comenzara la audiencia, Trump hizo saber cuán frustrado y molesto se sentía con Daniels en una publicación en Truth Social, en la que dijo que acababa de enterarse de quién sería el próximo testigo y que sus abogados “no habían tenido tiempo” de prepararse. El mensaje fue retirado poco después, quizá por temor a violar la orden de no hablar del juicio.

Trump, quien ha pasado gran parte del juicio con los ojos cerrados, permaneció atento durante parte del día, a menudo con una expresión de disgusto en el rostro. Susurró continuamente a sus abogados y en un momento dado soltó un improperio.

Pero por la tarde volvió a su costumbre de cerrar los ojos, incluso durante un combativo contrainterrogatorio.

La credibilidad de Daniels es un obstáculo para los fiscales.

Uno de los principales elementos en los que se basa la defensa de Trump son las motivaciones de Daniels. En un momento álgido, Necheles se enfrentó a ella por lo que Necheles describió como su odio hacia el expresidente y le preguntó si quería que este fuera a la cárcel. Daniels respondió: “Quiero que rinda cuentas”.

Necheles también le preguntó a Daniels si había ganado dinero por afirmar que había mantenido relaciones sexuales con Trump. Daniels respondió: “He ganado dinero por contar mi historia”, y después añadió: “También me ha costado mucho dinero”.

A Trump lo atormentan sus palabras.

En varias ocasiones, los fiscales han tratado de usar las declaraciones previas de Trump en su contra.

Antes de que Daniels testificara el martes, un testigo leyó en voz alta pasajes de libros de Trump. Algunos hablaban de su frugalidad.

Otros hablaban de su gusto por la venganza.

“Durante muchos años he dicho que si alguien te jode, jódelo tú de vuelta”, leyó el testigo. El pasaje continuaba así: “Cuando alguien te haga daño, ve tras él con toda la saña y violencia que puedas”.

Poco después, uno de sus enemigos, Daniels, subió al estrado. Su interrogatorio continuará el jueves.



aranza
Utilidades Para Usted de El Periódico de México