Internacional - Política

Con Brasil en recesión técnica, la reelección de Rousseff se aleja

2014-09-01

La actividad industrial en Brasil disminuyó 1,5% en el segundo trimestre y la...

LUCIANA MAGALHAES Y ROGERIO JELMAYER, The Wall Street Journal

SÃO PAULO—La economía brasileña ingresó a una recesión técnica en el segundo trimestre y redujo su pronóstico para 2014, asestando así otro golpe a la esperanza de reelección de la presidenta Dilma Rousseff a solo cinco semanas de los comicios electorales.

El Producto Interno Bruto de Brasil disminuyó 0,6% en el segundo trimestre, frente al trimestre anterior, informó el viernes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). El IBGE además revisó sus cifras del primer trimestre, indicando que el PIB cayó 0,2% en los primeros tres meses del año.

Eso significa que la producción económica de la mayor economía de América Latina ha caído durante dos trimestres consecutivos, con lo que cumple con la definición convencional de los economistas de una recesión. El bajón azota a Brasil antes de las elecciones presidenciales de octubre, en las que Rousseff ya se encuentra detrás de la candidata del Partido Socialista Marina Silva en algunas encuestas.

Silva se incorporó a la contienda presidencial a mediados de agosto, después de que el candidato de su partido muriera en un accidente aéreo. Sin embargo, ha conseguido el apoyo de los electores decepcionados por el fracaso de Rousseff de afrontar asuntos sociales y económicos. Si bien su agenda económica es vaga, ha tenido buena acogida entre los inversionistas y empresarios que perciben que el gobierno actual no ha hecho lo suficiente para apuntalar el crecimiento.

La actividad industrial en Brasil disminuyó 1,5% en el segundo trimestre y la inversión cayó 5,3% frente al primer trimestre. La producción en todos los sectores de la economía, excepto el agrícola, se contrajeron.

Después del anuncio de las cifras, el ministro de Hacienda Guido Mantega señaló que el gobierno tendrá que reducir su pronóstico para todo el año. "Estamos trabajando con (un pronóstico de crecimiento) de 1,8%, pero ya no podemos lograr esto y tendremos que revisarlo", apuntó, agregando que la revisión se anunciaría en septiembre.

Mantega señaló que no considera el reciente bajón como una recesión, ya que la tasa de desempleo no está aumentando. Atribuyó a la débil economía global parte de la reducción en la producción e indicó que un alza en el crecimiento fuera de Brasil debería ayudar a la economía en el segundo semestre del año. El gobierno ya está viendo señales de crecimiento en el tercer trimestre, añadió.

No obstante, muchos analistas son menos optimistas. Según ellos, la Copa del Mundo 2014, que incluyó dos semanas del tercer trimestre, perjudicó al crecimiento ya que los trabajadores se quedaron en casa o fueron menos productivos debido a que estaban viendo los partidos. La baja confianza de las empresas y consumidores también indica que la economía de Brasil probablemente permanecerá débil en los próximos meses.

Lawrence Pih, presidente de Moinho Pacifico, el mayor molino de harina del país, acotó que ha estado reduciendo su inversión anticipando una demanda débil. Tras años de apoyar al Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff, Pih dijo que ahora planea votar por Silva, ya que le agrada su equipo económico y cree que podría inspirar al sector empresarial.

"El problema es el futuro", precisó. "Hay una falta de confianza".

Después de navegar en la cresta del boom de los commodities en 2010, la economía de Brasil comenzó perder fuerza en 2011. La economía se expandido en torno a solamente 2,1% en promedio al año, comparado con 4% bajo su predecesor y preceptor político Luiz Inácio Lula da Silva, quien también pertenece al PT.

Rousseff ha defendido su historial, argumentando que por primera vez Brasil ha atravesado por una crisis económica internacional sin sufrir alzas en el desempleo.

En su campaña, ha resaltado el fuerte mercado laboral del país, al igual que los programas sociales que han sacado a millones de brasileños de la pobreza. Pero la débil economía y alta inflación de alrededor de 6,5% han debilitado su posición en las encuestas y le han dado municiones a sus contrincantes.

"El sueño del pueblo brasileño es vivir en un anuncio de campaña del PT", expresó el senador Aécio Neves, candidato del Partido de la Social Democracia de Brasil, en un debate presidencial el martes pasado.

Aunque la tasa de desempleo de Brasil ha rondado un mínimo histórico de 4% en los últimos meses, el sector privado ya muestra señales de letargo al crear menos empleos y confirmar una tendencia a la baja en el empleo.

Al mismo tiempo, una encuesta divulgada el viernes por Datafolha mostró que Silva probablemente vencería a Rousseff 50% a 40% una posible segunda ronda a finales de octubre. Silva y Rousseff probablemente empatarían en una primera vuelta, ambas con 34% de los votos, según la encuesta.

El creciente apoyo para Silva se presenta en momentos en que las empresas recortan sus inversiones. Entre estas esta Mipal-Indústria de Evaporadores Ltda., una empresa con sede en el estado de São Paulo que produce partes para congeladores.

La empresa de 58 años empezó el año con una meta de aumentar los ingresos en 10% e invertir sus ganancias en el negocio. Ahora, el dueño Antonio Claudio Palma prevé que el crecimiento de ventas sea la mitad de ese objetivo, o menos.

"Si los ingresos son menores de lo esperado, la inversión también será menor", anotó Palma.

Alcino de Souza, fundador del fabricante de helado Skimoni, dijo que el gobierno ha desalentado a los empresarios a invertir debido a los altos impuestos y las abrumantes leyes laborales. "El emprendedor brasileño tiene que ser un aventurero valiente", dijo de Souza.

En los primero años de su gobierno, Rousseff empleó el modelo de crecimiento de consumo que ayudó a Brasil a expandirse rápidamente durante el gobierno de su predecesor. Pero sus exhortaciones a los bancos brasileños a relajar el crédito tuvieron consecuencias negativas a medida que los brasileños endeudados comenzar a incumplir pagos.

Las empresas que invirtieron en Brasil para aprovechar su creciente mercado de consumo ahora están experimentando que los bancos restringen sus estándares de préstamos y los clientes reducen sus gastos en una economía dura.



EEM

Notas Relacionadas

No hay notas relacionadas ...



Utilidades Para Usted de El Periódico de México