Internacional - Política

Barack Obama, figura de un año de cambios para la política de EU

2008-12-09

En pocas semanas, la habilidad que mostró el líder negro para ganar la...

Por Stephen Collinson

WASHINGTON, (AFP) - Barack Obama es el símbolo de un sorprendente año político en Estados Unidos, logrando ser el primer negro en ganar una elección presidencial estadounidense, y ahora la habilidad que mostró tener en la campaña será puesta a prueba a partir del 20 de enero, cuando tenga que administrar una crisis económica.

La campaña electoral de 2008, condimentada por una reñida primaria en el Partido Demócrata contra la ex primera dama Hillary Clinton, terminó con el triunfo de Obama, de 47 años, el 4 de noviembre.

En esos comicios, los demócratas terminaron además ampliando la mayoría que ya tenían en el Congreso.

Mientras, el republicano George W. Bush se transformó en el símbolo del fracaso: al final de su ya de por sí controvertido mandato estalló la dura crisis económica y financiera mundial, que se sumaba a sus problemas en dos guerras: Irak y Afganistán.

Obama ni siquiera era senador cuatro años atrás, pero tras una meteórica carrera política ahora contribuye a hacer real el sueño del líder negro Martin Luther King.

"Si hay alguien que sigue dudando de que Estados Unidos es un lugar donde todo es posible, que sigue dudando de si el sueño de los que crearon este país sigue vivo; que sigue cuestionando la capacidad de nuestra democracia, esta noche es la respuesta que ustedes le dan", dijo Obama en su primer discurso tras la victoria, en Chicago.

Su rival fue el republicano John McCain, un curtido ex piloto y prisionero de guerra en Vietnam, de 72 años, cuyas expectativas electorales terminaron de frustrarse por el estallido de la crisis.

Mientras, Hillary Clinton fue la otra perdedora de la campaña, del lado demócrata: a fines de 2007 era vista como la segura candidata presidencial.

Pero tras seis meses de dura campaña se frustró su sueño de ser la primera presidenta de Estados Unidos, algo parcialmente indemnizado con el reciente anuncio de Obama de que será su secretaria de Estado.

También fue un año movido para su esposo Bill Clinton. El ex presidente vio frustrado su muchas veces anunciado deseo de que su mujer fuera elegida presidenta, e incluso llegó a ser acusado de usar la "carta racial" contra Obama en la interna.

Sin embargo, pareció plenamente reconciliado con Obama hacia el final de la campaña presidencial y tras el reciente anuncio sobre el futuro cargo de su mujer.

Volviendo a los republicanos, la gobernadora de Alaska Sarah Palin salió del semianonimato para ser la compañera de fórmula de McCain.

Presentándose como una especie de 'mujer perfecta' de aspecto siempre impecable, madre de familia tradicional y política exitosa, por un momento los republicanos soñaron con que era la incorporación que necesitaban para ganar la elección.

Pero inmediatamente, su flojo desempeño en entrevistas televisivas, respuestas poco convincentes y una devastadora parodia que le hizo la comediante Tina Fey en televisión tiraron abajo la imagen que pretendió dar.

Por su parte, Bush fue algo así como un espectro a lo largo de 2008, y sus errores el telón del drama oficialista: Obama aprovechó para asociar su impopular imagen a la de McCain cada vez que pudo, presentando la elección como un referendum a los ocho años de gobierno del partido Republicano.

En pocas semanas, la habilidad que mostró el líder negro para ganar la elección le será demandada para tratar de capear la crisis económica y las dos guerras que recibe como legado.



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