Internacional - Economía

Argentina transita días clave ante el riesgo de un posible default

2014-07-27

El default

Buenos Aires,  (dpa) - Argentina comenzó hoy a andar el último tramo de un camino decisivo para su situación económica y política, porque el miércoles próximo vence el plazo fijado para pagar una deuda con bonistas internacionales mientras el país afronta un complejo litigio judicial en Estados Unidos.

Si ese día no se concreta el pago de 539 millones de dólares que el gobierno argentino ya depositó a fines de junio pasado en un banco de Nueva York pero que frenó el juez estadounidense Thomas Griesa, el país ingresará en una nueva cesación de pagos como ocurrió en 2001.

Frente a ese escenario la presidenta, Cristina Fernández de Kircher, estudia diferentes estrategias para enfrentar el default, entre ellas la aplicación de medidas que alienten el consumo interno, sostengan los programas de créditos para la compra de viviendas y automóviles, pongan un freno al despido de trabajadores y garanticen el financiamiento a pequeñas empresas, indicó el diario "La Nación".

El default "no va a tener consecuencias trágicas" para el país "porque no estamos en 2001, y el mercado interno va a seguir más o menos como en la actualidad", consideró hoy el diputado nacional oficialista Héctor Recalde.

El legislador insistió en una línea argumentativa que el gobierno argentino hizo pública en los últimos días por medio de diferentes voceros y funcionarios, entre ellos el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich: "La vida sigue" pese a un default.

El diario "Clarín" citó hoy que en el Ministerio de Economía "creen que 'el impacto sobre la economía no será de la magnitud del default de 2001'", al que Argentina, sumida en una profunda crisis política y social, ingresó durante la breve gestión presidencial del actual diputado nacional peronista Adolfo Rodríguez Saá.

Al respecto, el matutino "Página/12" consideró que la situación económica derivada de un posible default no será "nada agradable, pero tampoco el abismo que vaticinan quienes precisan de él para imponer nuevas condiciones al país y a sus habitantes", agregó.

En desacuerdo con esa opinión se mostró hoy el presidente de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez, quien consideró que la situación económica es "gravísima", "angustiante" y "preocupante", por lo que, sostuvo, "no debería estar en manos de dos personas solamente" en alusión a Fernández de Kirchner y su ministro de Economía, Axel Kicillof.

"Argentina no va a entrar en default por una razón esencial: porque en default entran los que no pagan y Argentina pagó. Van a tener que inventar un nombre nuevo", dijo el miércoles la mandataria. Así, hizo referencia a los 539 millones de dólares que el Estado argentino depositó a fines de junio en el Banco New York Mellow (BONY) para pagar un vencimiento de la deuda que mantiene con los bonistas de la deuda reestructurada.

Este pago, sin embargo, fue frenado semanas atrás por el juez Griesa, que consideró que no puede hacerse efectivo hasta que Argentina cumpla con su sentencia: abonar en una vez y en efectivo 1.500 millones de dólares a los holdouts que en dos oportunidades (2005 y 2010) no aceptaron una quita en la suma adeudada y a quienes los argentinos llaman "fondos buitre".

Argentina reiteró que no puede cumplir el fallo porque, en caso de hacerlo, estaría incumpliendo la cláusula RUFO, que le impide alcanzar con los acreedores un mejor acuerdo que el que ya aceptaron los bonistas de reestructuración de la deuda.

El país cuenta hasta el miércoles próximo para arribar a un acuerdo con los "fondos buitre" que destrabe el pago depositado en el BONY o, como solicitó en varias oportunidades, que el juez Griesa extienda el plazo de negociación entre las partes. Si nada de esto ocurre, caerá en una cesación de pagos.



EEM