Curiosidades

Vivir entre la basura de El Cairo

2008-05-08

Todos ellos viven con y de los desechos ajenos: los hombres recogen la basura en las calles y...

Por Francesca Cicardi


El Cairo (EFE).- Casi medio millón de personas viven en el barrio de la basura de El Cairo en condiciones infrahumanas, sobre las toneladas de desechos que producen a diario los demás ciudadanos.

Les llaman "zabalín" (basureros) a los habitantes de las faldas de la montaña del Muqattam, en el sureste de El Cairo, donde el penetrante olor a podredumbre no da tregua, menos aún en los meses más calurosos, cuando la basura se pudre bajo el sol.

Lejos del centro de la ciudad y de las narices de los cairotas, los "zabalín" viven marginados en un gueto donde se acumulan los desperdicios con la que conviven los propios basureros, sus hijos y sus mujeres.

Todos ellos viven con y de los desechos ajenos: los hombres recogen la basura en las calles y hogares de El Cairo con la ayuda de los niños, mientras sus esposas se encargan de su selección junto a las niñas.

En los garajes y en los patios de los edificios de viviendas populares, las familias separan los residuos entre millones de moscas y montañas de basura, reutilizan aquellas cosas que aún tienen vida útil y recuperan los materiales que pueden ser reciclados.

Cerca del 85 por ciento de los residuos inorgánicos son reciclados de forma casera por los "zabalín" o por empresas especializadas a las que son vendidos por pocos céntimos el kilo.

Por su parte, los desechos orgánicos sirven para alimentar a los cerdos, que a su vez servirán para alimentar a las personas, y que se crían únicamente en este barrio de mayoría cristiana.

Los "zabalín" viven marginados por el trabajo sucio que realizan, por su origen humilde de las zonas agrarias del Alto Egipto y por pertenecer a la minoría religiosa de los coptos (cristianos ortodoxos), pero su labor es imprescindible.

En una ciudad de 18 millones de habitantes, en la que se generan unas 10.000 toneladas de basura a diario, los "zabalín" permiten a los cairotas un mínimo de higiene a módico precio: por menos de un dólar al mes por hogar, un basurero viene a domicilio a recoger sus desechos.

El sistema de recogida de basura informal creado por ellos ha sido el único existente desde los años 50 hasta la actualidad.

En el año 2000 las autoridades se preocuparon por primera vez de la limpieza de la ciudad debido a una necesidad cada vez más acuciante, y desde 2003 varias empresas se hacen cargo de la recogida de basura en El Cairo.

Se calcula que desde entonces un 30 por ciento de los "zabalín" han perdido su trabajo.

"Es prácticamente imposible que estas personas se integren en un sistema formal de recogida de basura: son muchos los ciudadanos que prefieren a los 'zabalín' de toda la vida", explica un empresario europeo consultado por Efe que se encarga de la limpieza del sector noreste de El Cairo.

A día de hoy el ayuntamiento de El Cairo no se ha conseguido ofrecer un servicio de limpieza público y universal, y tampoco ha planteado una alternativa para los más de 50.000 "zabalín" que hasta ahora han llenado el vacío institucional.

El problema de salud pública que plantean los residuos ha quedado prácticamente aislado al barrio de la basura donde estos basureros sufren todo tipo de enfermedades por la falta de higiene.

Varias ONGs trabajan para mejorar las condiciones de vida en Muqattam, principalmente alfabetizando a los niños y ofreciendo a las mujeres oportunidades de empleo más allá de la basura, que apenas da para comer.

A pesar de que el negocio de la basura es muy rentable, los "zabalín" no se benefician de ello. Sólo unos pocos empresarios se han enriquecido con la basura, propiciando la leyenda urbana de que debajo de los sacos de desechos los hombres de la basura esconden grandes fortunas.

Pero lo cierto es que la gran mayoría de los "zabalín" sobrevive desde hace décadas en la pobreza y la suciedad en un barrio que nadie quiere ver ni menos oler.



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