Cultura
El nopal, cactus mexicano que pasó de símbolo patrio a vigía del patrimonio
Miguel Pena
México, (EFE).- El nopal, la planta cactácea símbolo patrio de México y parte esencial de la dieta de los mexicanos, se ha revelado un excelente conservante del patrimonio arqueológico mexicano.
La sustancia viscosa albergada en el interior de la hoja de este cactus comestible, que ocupa un lugar privilegiado en el escudo y bandera de México, se utiliza en innumerables prospecciones para conservar restos arqueológicos.
"Con el nopal se ha logrado una sustancia fácil de manipular, que no cambia el color de la superficie en la que se aplica", explicó a Efe Gonzalo Fructuoso, técnico en restauración del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El funcionario dijo que las sustancias derivadas de las hojas del nopal, planta conocida en el sur de España como Chumbera, se utilizan para estabilizar partes de las construcciones que presentan un elevado riesgo de descomposición.
Uno de los primeros edificios restaurados con esta técnica fué una antigua casa ubicada en el centro de la Ciudad de México.
"Usamos el nopal para recubrir los muros y su capa pictórica, lo que permitió un resultado muy positivo", dijo Fructuoso.
Este exitoso precedente ha extendido el uso del extracto de nopal a otros edificios históricos, como uno de los palacios ubicados en las pirámides arqueológicas de Teotihuacán, en las cercanías de la capital mexicana, o en el recinto religioso de Iztapalapa, en el sur de esta metrópolis.
Para elaborar el compuesto con el que se restauran los edificios es necesario deshidratar, calentar y fermentar las hojas de la cactácea en un proceso que se prolonga más de un mes.
"Las mejores hojas son las viejas, aquellas que tienen más de 10 años, pues son las que presentan un mejor mucílago (savia del nopal)", indicó Fructuoso.
El nopal tiene además amplias perspectivas de crecimiento comercial debido a sus cualidades medicinales, farmacéuticas y para el forraje animal.
El Congreso mexicano instó en noviembre pasado al gobierno a defender la denominación de origen y producción del nopal ante la posible amenaza de que China y Japón, otros de sus mayores productores, patenten estos vegetales.
La académica del Jardín Botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leia Sheinbar indicó a Efe que "no tiene sentido" que los japoneses y los chinos defiendan como propias esas especies de nopal porque las cactáceas son autóctonas de América y los nopales que esas naciones asiáticas cultivan son resultado de una versión depurada genéticamente que no tiene espinas.
Según el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de las 300 especias distintas de nopal que existen en el mundo, unas 150 son autóctonas de México.
EEM
