Reportajes

Buscando al "médico ideal"

2006-12-30

El médico, debido a sus conocimientos, ocupa una posición relevante, pero como...

¡Cuánto más acertada sea la elección del profesional de la salud que lo trate, mayores garantías de éxito terapéutico conseguirá!.

Anote las preguntas y comience por las más importantes. Lleve una agenda, libreta o calendario para apuntar las indicaciones. Si cree que lo necesita, vaya acompañado de alguien de confianza para que le ayude a plantear los interrogantes, entender lo que dice el doctor y acompañarle. Vaya  vestido con ropa cómoda, que sea fácil de poner y quitar, para facilitar cualquier tipo de exploración clínica.

Estos son los principales medidas que se aconseja tomar a los pacientes para preparar adecuadamente sus visitas al médico y sacar el máximo provecho de la consulta, pero ¿Qué requisitos debe reunir un facultativo para aportar las mayores garantías de un buen resultado en el diagnóstico y tratamiento del problema de salud del paciente?.

¿Qué factores hay que tener en cuenta para depositar nuestra confianza en un médico? ¿Cuáles son los indicadores de que estamos recibiendo una adecuada atención? ¿Cómo se pueden conocer la experiencia y cualificación de un médico? Las respuestas a estas preguntas son decisivas para la salud.

El testimonio de los pacientes suele dar una idea de cómo actúa un facultativo, el grado de atención que dedica, sus honorarios y la eficacia de sus actuaciones. Además, los fallos son mucho más comentados que sus actuaciones positivas, por lo que si se obtienen referencias favorables sobre un profesional, esa buena opinión suele estar justificada.

Aunque conviene profundizar al preguntar a otros usuarios sobre su médico, ya que las necesidades, exigencias o modos de entender la salud de esos pacientes pueden diferir de los nuestros. 

Según los expertos, una relación médico-paciente de buena calidad e indicadora de eficacia profesional, debe reunir estas características:

 

 

BUENA PRIMERA IMPRESIÓN.

La forma en que un médico recibe a su paciente anticipa lo que espera después.
Siempre resulta favorable una buena acogida, en forma de pequeñas muestras de atención y educación, como un saludo correcto, una sonrisa cortés, levantarse de la silla, tender la mano, mirarle a la cara, llamarle por su nombre.  
 

TRATO DE IGUAL A IGUAL.

El médico, debido a sus conocimientos, ocupa una posición relevante, pero como persona no tiene más valor que cualquier otra. Su actitud no debe ser prepotente ni despreciativa; si tutea a sus pacientes debe aceptar ser tuteado, de lo contrario sería una actitud de superioridad inaceptable.
 

EL FACTOR HUMANO.

Un buen médico nos debe tratar como personas, no como números o casos clínicos. El interés por los aspectos humanos mejora las posibilidades de diagnóstico y tratamiento, al permitir un conocimiento más profundo del paciente y los problemas familiares o personales que inciden en su salud.
 

 

LENGUAJE ACCESIBLE.

En lugar de expresarse en una jerga críptica, el médico debe adaptar su lenguaje al de los pacientes, hacerse entender y dar toda clase de explicaciones sobre la dolencia y sus tratamientos. Debe "sintonizar" con su paciente, ponerse en su lugar, comprender y compartir sus sentimientos.  
 

ENTREVISTA PERSONAL.

Una buena historia clínica requiere tiempo y recabar datos sobre la enfermedad actual, antecedentes familiares, tratamientos recibidos y dolencias anteriores. Elija al médico más inquisitivo y que tome los datos personalmente, en vez de hacerlo mediante auxiliares o ayudantes "para ganar tiempo".
 

EXAMEN COMPLETO.

Un buen médico general efectúa una exploración exhaustiva, desde el cabello a los pies, para evaluar el estado general del paciente y cómo funcionan sus órganos. La desnudez sólo debe ser total cuando es estrictamente necesaria.
 

 

COMPRENSIVO Y NO PREPOTENTE.

Desconfíe de las personas prepotentes y dominantes, que no admiten errores ni dudas. Un buen médico no parece inseguro pero tampoco demasiado confiado, acepta sus limitaciones y su ignorancia, que derivan de lo restringido de los conocimientos médicos, y no se molesta si el paciente propone visitar un especialista o buscar una segunda opinión.
 

OPCIONES TERAPEÚTICAS.

El paciente debe ser informado del porqué de un tratamiento, la forma de efectuarlo, su duración, los efectos esperables buenos o malos y las incidencias que pueden ocurrir en su transcurso. El médico debe mostrarse asequible para atender rápidamente cualquier evento inesperado. 
  

CONTROLES PERIÓDICOS.

El buen médico cita a sus pacientes para verlos dentro de un tiempo que dependerá de cada proceso para controlar su evolución, y les advierte cuáles circunstancias pueden hacer pensar que algo va mal, en vez de decirle: "tome eso durante una semana; ya no hace falta que vuelva".      

 

SIGNOS DE CALIDAD.

La asistencia del médico a las sesiones formativas donde se discuten casos difíciles y adelantos científicos, su participación como docente en alguna institución o universidad, la publicación de sus investigaciones en libros o revistas especializadas, garantizan su interés del profesional por mantener una buena formación y sus conocimientos actualizados, su capacidad para desarrollar actividades exigentes y su motivación para hacer el trabajo.

 

 

Por Ricardo Goncebat.
E F E – REPORTAJES



HTM

Notas Relacionadas

No hay notas relacionadas ...



Utilidades Para Usted de El Periódico de México