Cultura

Novela de Pedro Ángel Palou narra los últimos días de Pancho Villa

2014-11-23

El nombre de la obra retoma las presuntas palabras que el imaginario colectivo local atribuye al...

Por Itzel Zúñiga

Ciudad de México, 23 nov (dpa) - Francisco Villa, el legendario líder de la Revolución Mexicana (1910-1917), sabe que va a morir y relata en primera persona sus últimos días, su asesinato e incluso su decapitación. Ése es el núcleo de la última novela de Pedro Ángel Palou, titulada "No me dejen morir así. Recuerdos póstumos de Pancho Villa".

El nombre de la obra retoma las presuntas palabras que el imaginario colectivo local atribuye al "Caudillo del Norte", nacido el 5 de junio de 1878 en Durango, en el norte de México, y acribillado el 20 de julio de 1923 en Chihuahua.

"'No me dejen morir, digan que dije algo', es una frase atribuida a Villa. Desde hace unos años la cultura popular de Chihuahua dice y repite que esas fuerons las últimas palabras que salieron de su boca, aunque no hay manera de haberlo registrado porque fue emboscado junto con sus hombres y difícilmente alguno de ellos pudo haberse dirigido a la posteridad con una frase tan contundente", dijo el autor a dpa en entrevista telefónica desde su casa en Massachusetts, Estados Unidos.

Aun cuando la frase podría ser otro de los tantos mitos que rodean la figura de Doroteo Arango, alias "Francisco o Pancho Villa", a Palou (Puebla, 1966) le gustó para su novela.

"Me parece muy simbólica de lo que era Villa, sobre todo por la segunda parte ‘digan que dije algo'. Es decir, como digo en la novela, él necesitaba una oreja atenta para escuchar su historia", explicó.

En la publicación número 30 de Pedro Ángel Palou, Arango-Villa relata el momento en que él mismo "firma su sentencia de muerte" a causa de las declaraciones que hace en una entrevista de mayo de 1922 concedida al periodista mexicano Regino Hernández Llergo, del diario "El Universal".

Según la historia, la muerte del revolucionario fue un ajuste de cuentas de los hacendados locales ante el temor de que volviera la guerra civil. Por ello pagan a Melitón Lozoya para que planee su asesinato y así evitar que Villa vuelva a alzarse en Chihuahua, donde residía entonces.

En "No me dejen morir así", el hombre que sin formación militar puso a temblar al Ejército mexicano y creó escuelas para los niños de Canutillo, Chihuahua, cuenta sus miedos, esperanzas, luchas, triunfos, amores y deseos de un México justo "con educación para todos".

"Regresé a cobrar justicia a mi patria por la muerte del señor (Francisco I.) Madero (presidente de México) en 1913. Su nombre sería vengado y los ideales de la Revolución salvados: se debería elegir libremente a un gobernante, hacer un reparto agrario y solucionar el problema del trabajo", narra el combatiente en la página 85.

Palou pertenece a la "generación del Crack", grupo literario de ruptura con el "Boom latinoamericano", formado por otros como Jorge Volpi. Estudió Lingüística y Literatura Hispánica y es Doctor en Ciencias Sociales.

Ha escrito otras novelas históricas, como "Zapata", el otro gran líder de la Revolución Mexicana, "Morelos. Morir es nada", sobre el prócer de la Independencia de México, y "Cuauhtémoc", el último emperador azteca.

De su obra sobre Villa dijo que fue escrita con "libertad cronológica", con el rigor de la investigación histórica de comprobar toda fuente documental y en una suerte de "recuerdos póstumos de Pancho Villa".

Otra de las intenciones del autor era romper con las tergiversaciones en torno al Caudillo del Norte creadas por sus enemigos de la época, y que prevalecen hasta la actualidad.

Por ejemplo, aclaró Palou, en todas las películas Villa aparece bebiendo cuando en realidad detestaba el alcohol. "Él decía que el alcohol y la religión habían acabado con el pueblo mexicano".

"En la iconología mexicana, Villa aparece como un hombre casi irracional, pasional, violento y en mi investigación fui descubriendo un hombre que va evolucionando profundamente, de ser un cuatrero roba-vacas hasta tener un pensamiento bastante avanzado".

Muestra de ello, prosiguió, es "el experimento social que creó en su hacienda de Canutillo", en Chihuahua, donde "implantó buenos salarios para los maestros, deseaba que se acabara el Ejército y que todo el dinero gastado en él se invirtiera en educación. Era un hombre preocupado por la educación física de los niños".

En tanto, el escritor y autor de "El sitio" y "Malheridos" ya prepara una nueva novela que retrata la década de 1930, en su opinión "la gran década cultural del siglo XX, cuando todavía hay una idea de unidad nacional y el pueblo está preocupado de la expropiación del petróleo".

A diferencia de la actualidad, aseguró Palou, aquellos años son "el último momento de identificación entre el pueblo de México y sus gobernantes. Es la década de recuperación del petróleo, del inicio del Cine de Oro nacional, de Diego Rivera y Silvestre Revueltas".



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