Internacional - Finanzas

Hank Greenberg desafía el rescate de AIG ante una corte

2014-09-29

El abogado de Greenberg, David Boies, le pidió este lunes a un juez federal en Washington...

LESLIE SCISM

Maurice R. "Hank" Greenberg convirtió a American International Group Inc. AIG -0.64%  en una potencial global de los servicios financieros durante casi 40 años como su líder. Pero cuando la firma quedó al borde del colapso en 2008, tres años después de su partida, no consiguió que le devolvieran llamadas, emails o faxes cuando intentó ofrecer su ayuda, según personas al tanto del asunto.

Ahora, Greenberg, de 89 años, tiene una oportunidad de conseguir su venganza —y, según su visión, justicia— al desafiar el histórico rescate gubernamental de AIG.

El abogado de Greenberg, David Boies, le pidió este lunes a un juez federal en Washington que dictamine que el gobierno coaccionó a la junta directiva de AIG para que aceptara términos estrictos a cambio del rescate, supuestamente perjudicando a accionistas como Greenberg en el proceso.

En el momento del rescate, Starr International Co., una firma de inversión y caridad que era encabezada por el empresario desde hacía tiempo, era el mayor accionista individual de AIG, con una participación de alrededor de 11%. Greenberg ha sido categórico a lo largo de los años al afirmar que el gobierno fue tiránico con él y otros al tomar su propiedad sin la compensación justa que según él les debían según la Constitución.

En el centro de la disputa hay una participación accionaria de 79,9% que el gobierno compró el septiembre de 2008, a cambio de un préstamo de emergencia de US$85.000 millones. La asistencia, que ya fue devuelta, terminó expandiéndose a US$184.600 millones, y la participación del gobierno alcanzó un máximo de 92%.

La postura del gobierno es que AIG pidió el rescate y su junta lo aceptó de forma voluntaria como una alternativa a la bancarrota. Nada en la Constitución o la ley "requería que los contribuyentes estadounidenses rescataran a AIG y amortizara la caída de sus accionistas, mucho menos para hacerlo en términos aún más favorables para Starr", señala en un documento judicial.

El préstamo de emergencia otorgado por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York fue concedido "para proteger y estabilizar la economía de Estados Unidos", dice también. La Fed de Nueva York, "y por lo tanto en última instancia los contribuyentes", asumieron un riesgo considerable debido al tamaño del préstamo, la "falta de familiaridad previa" de la Fed con AIG y la incertidumbre sobre la condición financiera de AIG y la economía en general, señala el documento.

AIG, principalmente una aseguradora regulada por departamentos de seguros estatales, se metió en problemas mayormente debido a ventas de un tipo de pólizas de seguro no reguladas realizadas por una unidad de productos financieros a bancos y otros para mitigar su riesgo por su exposición a deudas.

Mientras algunos de los reclamos originales contra el gobierno han sido desestimados, los que se mantienen podría costarle a los contribuyentes estadounidenses más de US$40.000 si gana Starr. Sin embargo, el gobierno afirma que los accionistas no merecen una compensación financiera ya que fue alternativa era un desenlace posiblemente peor en la corte de bancarrota.



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