Derechos Humanos

A 50 años de Ley Derechos Civiles, EU no supera problemas raciales

2014-08-19

Ferguson es, según Elizabeth Kneebone del think tank o laboratorio de ideas Brookings...

Por Beatriz Juez (dpa)

Washington, 19 ago (dpa) - Cincuenta años después de que el presidente Lyndon B. Johnson firmara la Ley de Derechos Civiles y cinco años y medio después de que Barack Obama hiciera historia al convertirse en el primer presidente afroamericano de su país, Estados Unidos no logra superar sus problemas raciales del pasado.

La esclavitud y la segregación racial han pasado a formar parte de los libros de historia. Sin embargo, la tensión racial entre blancos y negros sigue presente como ha quedado demostrado esta semana en Ferguson, en el estado de Missouri, donde la muerte el pasado 9 de agosto de Michael Brown, un joven afroamericano desarmado, a manos de un policía blanco ha provocado violentas protestas.

Ferguson es, según Elizabeth Kneebone del think tank o laboratorio de ideas Brookings Institution, una localidad donde se reflejan bien las profundas divisiones raciales y la desigualdad existente entre blancos y negros.

El paisaje urbano de Ferguson, una localidad de 21.000 habitantes, se ha tranformado en las últimas décadas. En 1980 el 85 por ciento de la población era blanco, ahora el 67 por ciento es negro. El desempleo ha pasado de menos del 5 por ciento en 2000 a más del 13 por ciento en 2012.

Kneebone precisa que la pobreza se ha duplicado en Ferguson, donde uno de cuatro habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza (se estima que una familia de cuatro integrantes necesitaba 23.492 dólares anuales para no ser considerada pobre en 2012).

Pero la desigualdad entre blancos y negros no se limita a Ferguson. Es patente en muchas ciudades de Estados Unidos. Para verlo sólo hay que pasearse por ciudades como Washington, donde blancos y negros viven en barrios separados y donde las diferencias económicas saltan a la vista.

Sólo uno de cada cuatro afroamericanos (26 por ciento) considera que la vida de los negros ha mejorado en Estados Unidos desde que en 1964 Johnson firmara la Ley de Derechos Civiles. Si se les pregunta a los blancos, están de acuerdo con esta afirmación el 35 por ciento, según una encuesta de opinión que realizó en 2013 el Pew Research Center.

Menos de la mitad de los estadounidenses (45 por ciento) considera que Estados Unidos ha hecho avances notables hacia la igualdad racial y el 49 por ciento piensa que todavía queda mucho por hacer.

Según los datos del censo, en 1959 la tasa de pobreza entre los afroamericanos era del 55,1 por ciento, tres veces más que entre los blancos. Aunque desde entonces la pobreza se ha reducido, ésta sigue afectando desproporcionadamente a los afroamericanos. En 2011, el 27,6 por ciento de los hogares negros vivía en la pobreza, casi tres veces más que los hogares blancos, donde la pobreza afectaba al 9,8 por ciento de las familias.

En 1972, la tasa de desempleo de los jóvenes afroamericanos era 2,04 veces la de los blancos. En 2003, era 2,02 veces superior.

Además el 38 por ciento de la población carcelaria de Estados Unidos es negra. Según el Pew Research, los afroamericanos tienen seis veces más probabilidades de acabar encarcelados que los blancos.

La llegada de Obama, hijo de una mujer blanca de Kansas y de un hombre negro de Kenia, en enero de 2009 a la Casa Blanca no parece haber mejorado la situación de los afroamericanos ni las tensiones raciales entre blancos y negros.

Obama, que cuando ganó las elecciones se presentó como un presidente posrracial, ha pasado en varias ocasiones de puntillas sobre el tema de la raza porque, independientemente del color de su piel, es el presidente de todos los estadounidenses.

A diferencia de lo que ocurrió en 2013, cuando Obama declaró que el joven afroamericano Trayvon Martin, "podría haber sido yo", en esta ocasión el presidente no se ha identificado con Michael Brown.

Obama se ha mostrado cuidadoso para no prejuzgar lo ocurrido antes de que concluya la investigación sobre la muerte de Brown que, según una autopsia preliminar, recibió al menos seis disparos: dos en la cabeza y cuatro en el brazo derecho.

Algunos activistas pro derechos civiles y muchos afroamericanos se han mostrado estados días defraudados con el discurso poco apasionado del primer presidente negro de Estados Unidos sobre la cuestión racial.

Sin embargo, Obama sabe, por experiencia, que hablar de raza suele ser terreno resbaladizo en Estados Unidos. En 2009, lo criticaron mucho cuando dijo que el policía que detuvo en su propia casa al profesor de Harvard Henry Louis Gates "actuó estúpidamente" al confundir a este catedrático afroamericano con un ladrón.

Ante la polémica suscitada por sus declaraciones, Obama tuvo que retractarse y acabó invitando a los protagonistas a tomar cerveza en la Casa Blanca en lo que fue descrito como una "cumbre cervecera" para ahogar la controversia racial.



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