Internacional - Población

Detienen a religiosos y activistas en protesta frente Casa Blanca

2014-07-31

La jornada de desobediencia civil estaba perfectamente programada, no fue un acto...

Washington, (dpa) - Un centenar de líderes religiosos de distintas confesiones y activistas pro reforma migratoria fueron detenidos hoy por desobediencia civil tras realizar una sentada delante de la Casa Blanca en contra de las deportaciones de inmigrantes indocumentados por parte de la administración Obama.

Entre los detenidos se encontraban sacerdotes católicos, obispos, rabinos, pastores protestantes, activistas pro reforma migratoria y algunos inmigrantes indocumentados, procedentes de todo el país.  "¿Es un bonito día para ser arrestado?", preguntó Gustavo Torres, director ejecutivo de Casa Maryland, una de las mayores organizaciones de inmigrantes de las afueras de Washington, a unos 500 manifestantes que, según cifras de los organizadores, participaron en esta jornada de protesta.

La jornada de desobediencia civil estaba perfectamente programada, no fue un acto espontáneo. Los organizadores habían anunciado que los líderes religiosos y los activistas buscarían ser arrestados. Y la policía del Servicio de Parques y el servicio secreto, que son los que se encargan de vigilar la zona, estaban preparados de antemano para los arrestos.

Un centenar de líderes religiosos y los activistas hicieron una sentada delante de la valla que rodea la Casa Blanca. La policía les dio tres avisos para que desistieran de su acción. Al tercer aviso, al constatar que los manifestantes no pretendían moverse, la policía comenzó a realizar los arrestos, uno a uno.

Entre los líderes religiosos que fueron arrestados y esposados se encontraba la obispa metodista Minerva Carcaño.

"Nadie busca ser arrestado, pero estamos dispuestos a ser arrestados porque enfrentamos leyes injustas. Cuando la ley es injusta, una persona de fe tiene que levantar su voz, levantar la voz a favor de justicia", dijo Carcaño a los periodistas al comienzo de la protesta.

"Hemos venido a Washington a decir al presidente Obama y al Congreso que echar fuera (del país) a las familias inmigrantes que sufren y a los niños no acompañados no es la respuesta", añadió Carcaño. En vez de eso, el gobierno debería, según esta obispa de la Iglesia Metodista Unida, frenar las deportaciones y ofrecer a los niños no acompañados que cruzan la frontera un proceso justo ante los tribunales de inmigración.

Una vez que estuvo claro que iba a haber arrestos, la policía acordonó la zona para separar a los que participaban en la sentada del resto de manifestantes y de la prensa. El resto de los manifestantes vio desde unos metros de distancia como los líderes religiosos y activistas eran arrestados y transportados a la comisaría, donde estaba previsto que permecerían detenidos unas horas. Tras pagar una fianza de 50 dólares, podrán salir.

"Somos 11 millones de personas en la sombra, que damos producto a este país, que trabajamos, que pagamos impuestos y necesitamos salir de la sombra, que nos legalicen. Necesitamos que se apruebe una reforma migratoria para salir de la sombra", explicó a la dpa la inmigrante indocumentada Miriam Cuello, quien se mostró confiada en que el presidente detendrá después del verano las deportaciones, tal y como ha anunciado que hará.

"Si este país se queda sin indocumentados, no es nada. ¿Quien va a hacer los trabajos que los blancos no quieren hacer?", se preguntó su amiga Danilza Reyes, quien recordó que sectores como la agricultura o la construcción dependen de la mano de obra latina.

Las organizaciones proimigrantes han sido hasta ahora muy críticas con la política de deportaciones de Obama, al que llaman "deportador en jefe", pues ha expulsado del país a más de dos millones de indocumentados desde que llegó a la Casa Blanca. "Es totalmente inaceptable", dijo Torres, quién recordó que cada día 1.100 personas son deportadas a su país de origen por la administración Obama.

"Seguimos luchando. Lo único que nosotros le prometemos a nuestra comunidad es que vamos a seguir luchando. Sabemos que el presidente está revisando la posibilidad de parar las deportaciones", añadió el director ejecutivo de Casa Maryland.

"Nuestras responsabilidad es enviar este mensaje bien fuerte: Queremos que se paren las deportaciones para millones y millones de personas, no para un pequeño grupo", añadió Torres.

Este activista confía en que Obama anuncie después del verano un decreto para parar las deportaciones de ocho millones de indocumentados de los once millones que viven ilegalmente en el país. Este es el número de personas que calculan se hubieran beneficiado de la reforma migratoria, que había sido aprobada el Senado, pero que nunca se votó en la Cámara de Representantes ante la negativa de los republicanos a someterla a un voto en ese recinto.



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