Espectáculos

Hollywood sufre una escasez de callejones tenebrosos en Nueva York

2012-01-11

La imagen favorita de Hollywood del peligroso callejón de Nueva York no es completamente...

NICK CARR, WSJ

En la versión de Hollywood de la ciudad de Nueva York, la metrópolis rebosa de callejones secretos y cinemáticos, el actor urbano por excelencia, siempre disponible para prestar a la película una impresión genuinamente recia.

Sin embargo, en la ciudad real no abundan los atajos. De hecho, escenas de al menos tres películas —El diario de la niñera, El aprendiz de brujo y El talentoso Sr. Ripley— fueron filmadas en la misma locación, en Franklin Place, un pasaje en el barrio de TriBeCa, en Manhattan, que ahora es renovado por un promotor inmobiliario.

La escasez de callejones de Manhattan que encajan con el ruinoso, frío y húmedo encasillamiento de Hollywood ha convertido a los existentes en insólitos íconos de la ciudad, prácticamente desconocidos para los residentes, pero filmados casi tan a menudo como el perfil de la isla. La mayoría están escondidos al sur de la ciudad, lejos de la rígida organización cuadriculada de sus calles.

El teatro Alley, escondido en el corazón del distrito financiero, conserva un mural vodevilesco de Billy Bathgate, una película con Loren Dean y Dustin Hoffman filmada allí en 1991. Por su parte, también en TriBeCa, en Staple Street, Matt Damon tomó un lluvioso atajo en la película Los agentes del destino, de 2011.

Crocodilo Dundee y Los Pitufos han pasado por un callejón llamado Cortlandt Alley, en SoHo, al igual que los detectives de casi todas las series policiales ambientadas en Nueva York en los últimos años. En el tráiler de la próxima Hombres de negro 3, el personaje de Will Smith tiene un altercado con un extraterrestre y un artista de grafiti en el mismo callejón.

Al igual que con todas las deseables propiedades de Nueva York, su escasez hace que estos pasajes infestados de ratas y cubiertos de mugre sean locaciones sorprendentemente costosas. Los propietarios privados controlan unas cuantas de estas calles secundarias.

Robert Moezinia, dueño de una propiedad en Franklin Place desde hace 15 años, puede recitar de un tirón una lista de rodajes en su callejón. Hombres de negro, la serie La ley y el orden, comerciales de Merrill Lynch, anuncios europeos para vodka y refrescos, recuerda con gusto.

La imagen favorita de Hollywood del peligroso callejón de Nueva York no es completamente ficticia: Moezinia puede recordar cadáveres arrojados en Franklin Place en el curso de los años. Lo decepciona, empero, el pequeño protagonismo de su pasaje en las ediciones finales de las películas.

"Filman durante horas", se quejó, "pero sólo sale cinco segundos en la película".

En el caso de pasajes de propiedad privada como Franklin Place, el espacio con frecuencia se divide entre varios dueños con quienes la productora hace acuerdos individuales. El costo total para conseguir uno de estos atajos puede ir de US$5,000 a US$10,000 por día o más. Los productores que no paguen por el acceso se enfrentan a que la policía suspenda sus producciones.

En callejones públicos, incluidos Theatre y Cortland, no hay un costo oficial por filmación, aparte de un pago de US$300 por el permiso de rodaje para cualquier locación en Nueva York.

Ahora, Franklin Place está fuera de comisión de manera indefinida debido a la construcción de un condominio de lujo. Los edificios dilapidados que hicieron de Theatre Alley una estrella clave hace poco fueron derribados para abrir paso para más condominios, destruyendo su aspecto arquetípico.

Con precios cada vez más altos por la menguante oferta de callejones, los cineastas tendrán que elegir entre pagar lo que sea por presentar Nueva York como un fantástico mundo de sordidez o abandonar el cliché del pasaje a favor de lugares más genuinos.



gilberto

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